sábado, 8 de enero de 2022

TAL, COMO LADY MACBETH

 Que es lo que ella anhela. Solo satisfacer los deseos de su amante. sin embargo el obtiene lo codiciado. Su poderosa mujer es capaz de cualquier esfuerzo con tal de satisfacer sus objetivos de poder . Un deseo ancestral, primordial, imaginario, con matriz de madre. Pero su amante ya no la mira  y ella se zambulle en un pozo de de desilusión. Al no volver a convocarla aniquila su femineidad, tras verlo sumergido en ambiciones desmedidas. Es entonces que nota su nido vacío, sin proyección de futuro, cuando es condenada al abismo. Solo la muerte, tan anhelada, puede abrir las garras, para su abrazo final.                     

ALBERTO FERNANDEZ

miércoles, 14 de octubre de 2020

Las canciones de Bilitis – Pierre Louÿs

Las canciones de Bilitis – Pierre Louÿs: Todo es en este libro tan poético y tan emotivo, que en verdad puede decirse de él que es una …

domingo, 16 de agosto de 2020

 

LA FAMILIA

 

Eran ocho bajo el techo de chapa. La pared  que antes era partes de un auto robado y una puerta de lona pretérita bolsa de arpillera. El piso de tierra que en un tiempo veía crecer tomates. Dos perros amigos del hombre, pateados por policías, que no saludan ni rezan. Sólo murmuran: ¡qué vida de mierda!  La familia,  esa era La Familia,  asistida por un amigo del Intendente con boletas cada dos años. Dos  veces al día se acercaban al comedor para saborear dos platos de polenta, con trozos de indefinida carne. Defendían su derecho a haber nacido en ese país, con una bandera que los niños tomaron prestada de la autopista cercana. Todos tomaban prestado cosas que encontraban por ahí.

 Si pasas por ahí un año después, de la familia de ocho quedaban seis. Seguí tu camino y trata de dormir esa noche sin culpa.

 

ALBERTO FERNANDEZ

 

LA FAMILIA

 

domingo, 19 de noviembre de 2017



LAS HISTORIAS TRANSITAN POR LAS CALLES

 

Pasaron algunos años. Podrían ser 5 o 6 o 10 tal vez  Ella  lo  esperaba desde el alba hasta la noche en las calles más transitadas. Por allí pasaban coches y personas. Muchos la vieron en mediodías incendiados de verano. Gélidos inviernos.  La rozaban viajeras hojas del otoño y la ansiada primavera. A veces llovía. No lo recordaba. Tal vez el viento volaba tejados  o acaso la luna se  filtraba a través de los árboles.

Sentado en el micro pasó él y la vio.  Su historia estaba plagada de fracasos. Era el momento de bajar y llegar hasta ella. Sus recuerdos entraron en pugna.  La vergüenza del abandono y su cobardía pudieron más. Aún la amaba pero el amor se adorna de valentías. La que le faltó para descender. Angustia del encuentro.


ALBERTO FERNANDEZ

viernes, 6 de octubre de 2017

UN SUENO EROTICO

UN SUEÑO ERÓTICO
                                         “Acaso sueño haber soñado” BORGES
El ascensor mostraba sus achaques. Una hermosa mujer entró en él en el exacto lugar que debía ser. Delante mío. Muy junto a mí. Un huracán interior se desató. La máquina con sus movimientos nos fueron propicios. Mi corazón latía con fuerza y no pude controlarlo. Cuando llegamos al 12 una señora corpulenta a semejanza de un enorme árbol pretendió salir con reciedumbre contra todo lo que se le oponía. Entre ellos a nosotros dos. 
Cuando llegamos al 13 nuestros cuerpos cuchicheaban sobre amor.
Desperté con alguien. No sé quién era pero desde entonces me hice súbdito de la belleza.

ALBERTO FERNANDEZ (Furnita)