jueves, 5 de octubre de 2017

SIRENA AZUL



SIRENA AZUL

Venía de las más profundas honduras. Vestía gemas gastadas. Residuos de la corrosión de antiguos barcos hundidos. Conocía la historia de las tempestades. Sus  hermanas  le cantaron a Ulises. Horadaba la noche cuando apareció en la playa. Él estaba en su casilla cuando destruyó su sueño y perforó el corazón más hondo del silencio. Vestida de azul teñida por el mar, su madre, apareció ante su lecho. El viento le sacudió el cabello. El hombre de manos grandes y mirada oscura la invitó a amarla. Ella le demandó transformarse en carne y hueso. Imposible la promesa. Seguirá por siempre azul como vino y dormirá en su cama hasta que el Sol interrumpa el encantamiento y reste tan solo un cementerio de besos.


ALBERTO FERNANDEZ

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