COSAS QUE NUNCA DIJE
El hombre
vestía un pantalón de jean, remera azul grabada en inglés. Ella polera lisa y pantalón ajustado. Tomaban
café en un bar de una avenida principal. De pronto la mujer se levantó de la silla, abrió su cartera y sacó un
revólver. Dos tiros en la cabeza lo mataron. Se desplomó hacia atrás con mucho
ruido. Todos fueron testigos del crimen
pero inmutable la dama se puso su abrigo y dándole un beso en la boca salió con lentitud.
No vieron
los titulares camino a la calle con un sabor amargo por el final de la película
y buscaron un buen lugar para cenar. No tenían el mismo lenguaje ni la misma
interpretación. Débora escuchaba el relato repetido del argumento del film que
acababan de ver pero pensaba de manera totalmente distinta. De igual modo no lo
contrariaba porque sabía que con una catarata de palabras reafirmaba su
hipótesis. Ella se había acostumbrado a
que la situación se resolviera tras una humilde transacción. Cuando se
trataba de temas de su ideología primaria enmudecía. Igual lo amaba, no por todo ello sino a su pesar.
El final de la película dejó en Débora un pensamiento macabro que pronto lo
abandonó.
Los más
bellos momentos sucedían cuando hacían el amor en silencio. Una noche sin
palabras. Sensaciones postergadas. Ya no era un contrapunto con algún
significado. Eran movimientos y sonidos compartidos. Iguales en deseos Fuera de
ello, innegable, eran distintos.
ALBERTO FERNANDEZ (Furnita)
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