EL TREN o LA ÚLTIMA
ESTACIÓN
Pedí el que se detenía en todas las estaciones. Era el
recorrido más largo. En la última parada
una
mujer esperaba sentada en un banco del andén. Bajé y hablé con ella. Me
dijo: -espero la muerte-.
Ninguna lágrima.- Están secas en mis ojos-. No
intenté modificar su decisión. Solo saber los
motivos.- No vino el que esperaba-,
respondió. -Es el único. El padre del niño que llevo adentro-.
Quiere decir que
morirán los dos. Pensé que ella era dueña de su vida y que esa decisión no la
compartía con el que esperaba vivir.
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