domingo, 8 de enero de 2017

EL OTRO LIBRO


Con mamá me siento más cómoda pero papá insistía que debía ir a la escuela. Mis hermanos hacía años que iban. A la señorita le decían seño aunque para mí por las arrugas era una señora.
Mamá me vistió con un guardapolvo a rayas rosas y cuando me llevó vi que todas llevaban guardapolvos blancos. Tuve vergüenza porque  me miraban y hablaban de mí en voz baja. Algunos se reían.
Le avisaron que viniera con un libro que compró mi padre. Me gustaba el dibujo que tenía en la tapa.  No lo quise abrir hasta que mis padres lo autorizaron.
La seño me preguntó si algo había leído en casa a lo que respondí que solo las primeras palabras. El libro permanecía abierto en la página inicial sobre el pupitre. No vi  las otras.
Pasaron a leer algunos chicos. Tuve mucho miedo que ya me tocara a mí. Leían muy bien y como de corrido. En casa era distinto. No había tantas palabras. Tampoco niños de mi edad. Podía levantarme a tomar agua. Mamá me advirtió que no debía pararme sin pedir permiso en el aula.
Me tocaba pasar pero todos se levantaron cuando sonó un timbre. En el recreo se juntaron grupos como si se conocieran de hace tiempo. No tenía con quien hablar. No estaba “Tarzán”, mi mascota,  que se acuesta a mi lado mientras  le hablo. Le digo las cosas que me pasan. Le cuento que mis hermanos me huyen. Ni siquiera el beso de la noche. Hasta, a veces, como sola las comidas que mamá me prepara. –Come hija, come.
Cuando se terminó el recreo entraron todos  y se sentaron.  La seño, con energía, pidió silencio. Me tocaba a mí y pasé al frente sin el libro. Me lo hicieron notar y volví a buscarlo. Un chico me puso la pierna y casi caigo al suelo. Todos rieron.
La seño llamó a mamá y le dijo  cosas sobre mí. No entendí sus palabras. Que el libro de figuras y dibujos no era leer. A mí me parecía que sí. Imaginaba  historias distintas cada vez que lo hojeaba. Odié a la escuela, a las compañeras, a todos.
No fui más.  Mami seguía comprando hermosos libros donde imaginaba variados cuentos. ¡Qué me van a decir que no sé leer!

ALBERTO FERNANDEZ (furnita)







No hay comentarios:

Publicar un comentario