QUE IMPORTA EL DESPUÉS
Él trabajaba en una librería. La sin nombre
entró y revisó los estantes. Tomó un libro y lo escondió
en un bolsillo de
su campera. A la siguiente semana lo dejó en su lugar y ocultó otro. Él la miró
extrañado por ese proceder que sucedió durante tres meses. Un día no llevó nada
y fue la
oportunidad para preguntar. En el café hablaron de sus vidas. Momento
para cobrar identidad. Martín
y Graciela. Una decisión: - a tu departamento o
al mío. En el living Martín observó que los estantes
de una biblioteca estaban
vacíos. Sólo un libro: “La Señora Halloway”. Graciela contó entre lágrimas
que
su padre al saber que aquellos vendrían a llevarlo quemó todos sus libros. Sólo
quedó uno con
un adiós adentro. Se develó la incógnita: Era su deber leer todos los calcinados.
Se despidieron a la mañana con el compromiso
de no encontrarse más. Martín caminó hasta
su
trabajo. En la disquería
cantaba Gardel : “Después que
importa el después si toda su vida fue el
ayer”
ALBERTO FERNANDEZ (Furnita)
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