lunes, 9 de enero de 2017

EXPATRIADA

Querido Compañero: La célula fue desbaratada. Para poder escapar “Costa’ y yo tuvimos que disfrazarnos de paisanos. Como si fuera una pareja que vuelve al pueblo después de una llamada desde Buenos Aires para ver, por última vez, al abuelo enfermo. Eso era lo que manifestábamos cuando se acercaban algunos de los cientos de personas que esperaban la llegada de su tren de destino. Llevábamos una valija con ropa informal por si nos detenían en averiguación de antecedentes como sospechosos a raíz de un identi kit  elaborado por la policía política. Con acento provinciano hablábamos con los pasajeros haciéndoles preguntas tontas. No semejaba en nosotros ninguna intelectualidad. Incluso conversamos con los dos agentes diciéndole que era la primera vez que veníamos a la Capital y si en realidad ese era el tren que nos llevara a la Provincia. De modo amable nos asesoraban respecto de los asientos que tendríamos que tomar para ver bien el paisaje del recorrido. Nos advirtieron, así mismo, que tuviéramos mucho cuidado con los escurridizos ladrones que poblaban las estaciones. Sobre todo con las valijas. Un pasajero le hizo notar a “Costa’ que en nuestro destino declarado podría estar nevando y el buen tino de llevar puesto ese sobretodo. Con el pretexto de ir al baño escapé de la estación y me puse a salvo en la Embajada de Dinamarca. La guardia no me dejaba entrar pero logré la atención de un diplomático que caminaba por el jardín. Lo llamé y le expliqué mi situación de prófuga política. Gracias a ellos estoy en este país y sé que tú estás también aquí. Sólo tengo la dirección de tu madre.  Necesito contactarme contigo. MARTA



 ALBERTO FERNANDEZ (Furnita)

No hay comentarios:

Publicar un comentario