SERENATA NOCTURNA
Se entendían con miradas
entrecruzadas y en medio del puro silencio. Mientras tanto la flor seguía
prodigando seres infecundos. Podían reconocerse a través de la similitud de sus
figuras y las
geometrías casi idénticas. Sin sombras en las noches plenas. Eran
rebeldes a la imposición absoluta
de la ley en una senda alternativa hacia el
placer estéril. Una posibilidad de vivir en despliegue de
luces y sombras.
Crearon la noche con sus cantos. Los niños aguardaban en sus vientres. La historia
lo recogió de una isla lejana del mar Egeo. Lo poetizó Baudelaire: “Venus tiene
justo derecho de celar
a Safo… Acarician los frutos de su nubilidad” Sus
cántaros aún ausentes.
ALBERTO FERNANDEZ (Furnita)
No hay comentarios:
Publicar un comentario