Solo para estar contigo
Javier observó la figura de Marta de espaldas en la playa.
Hacía años la había perdido. Saltó a la
arena y corrió sobre los cuerpos; destruyó castillos. Muy
cerca la llamó por su nombre. Su voz se
perdió en los confines del horizonte. Nadie se adjudicó el
llamado. La tomó por un brazo y ella giró
su cabeza. No era la
que buscó por años. Otro rostro diferente dibujó una sonrisa. Javier se
apartó avergonzado y
pidió disculpa.
ALBERTO FERNANDEZ
(Furnita)
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